En esas tardes tristes en que el tiempo se detiene ante mis ojos
y en mi sangre, así como entre tierra y cielo, todo sucede y pasa
más allá de las horas que se estiran, a veces infinitas, o se arrastran, lánguidas,
en cadencia muy sensible aunque a menudo indiferente
cual lombriz que ha olvidado volverse humus y ceniza.
En esas tardes tristes en que soy balcón de nostalgias
sobre el incorregible teatro de la vida
y hasta el perro echado en el tapete parece muerto bajo el pellejo,
cada memoria gira hacia la nada para evaporarse como en sueño.
¿De dónde vienes vieja Vida de torcida risa?
Antes de yo darme cuenta me atraviesas
y hundes en mí tu serpenteante amor y aguijón vital,
infatigada cornucopia de ilusiones e ideas que me asaltan sin cesar.
¡Cómo agoniza mi corazón de nostalgia por tu esencia
más allá de tu ropaje y cascabel!
¿Quién soy yo para reclamar como propio lo tuyo
aunque de este rostro familiar que llamo yo te vistas?
¿Acaso inventé yo este cuerpo, esta idea, esta sangre
que corre por mis venas y entrañas;
acaso puse en mí este semen, estos sueños de aromas;
acaso puedo yo decir qué sigue
cuando este corazón bendito que me diste deje de latir
si ni siquiera sé cuál será el próximo pensamiento
en atravesar mi horizonte mental?
No, no, no y siempre no, señor, sólo tú, gran juglar.
Maravilloso teatro insondable,
este olvidar que eres tú quien arremete en esta mía sangre
que ensueña que soy yo, mas siendo siempre tú a mi través.
¡Oh GranDiosa Vida, ante este juego me postro y arrodillo!
About The Author
Josemaría Bernal
Soy Josemaría Bernal. Estudié Filósofía con énfasis en religiones comparadas, y Psicólogía en Carolina del Norte. Realicé una Maestría en Psicoterapia Transpersonal en la Tibetana Universidad de Naropa, en Boulder, Colorado.